Aire
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08/07/2025
Favio Leiva
Muchas veces damos por sentado algo tan simple como respirar. Sin embargo, respirar es, en esencia, lo que marca la frontera entre seguir vivo y estirar la pata; entre tomar un cafecito con nuestra gente o que ellos lo tomen para despedirnos.
🎵 Just Breathe, interpretado por Pearl Jam. Una de mis bandas favoritas. La canción que me acompañó durante esta semana.
El asma ha regresado. De niño, era algo frecuente, y mi salud pulmonar nunca ha sido la mejor. Esta es la primera vez que soy atendido por un neumólogo en Japón, y también la primera vez que me miden los niveles de óxido nítrico en el aire exhalado —una prueba clave para detectar inflamación eosinofílica. Gracias a eso, se puede distinguir con claridad una crisis asmática de un proceso gripal, ya que el óxido nítrico aumenta cuando hay inflamación en las vías respiratorias causada por eosinófilos.
Los eosinófilos pertenecen al grupo de los glóbulos blancos. Su función principal es combatir ciertos parásitos, pero también están involucrados en respuestas alérgicas. En personas con asma, estos se acumulan en las vías respiratorias y liberan sustancias que provocan inflamación, dificultando la respiración. En cambio, en una gripe común, la inflamación suele estar causada por virus y no involucra una activación eosinofílica tan marcada, por lo que los niveles de óxido nítrico se mantienen bajos. Esta diferencia permite un diagnóstico más preciso y un tratamiento más adecuado. Su servidor tuvo una medición de 62 ppm de óxido nítrico, mucho más allá del 50, límite que marca un nivel alto del indicador. Es decir, estuve muy enfermo.
Me realizaron una resonancia magnética y tomaron radiografías con rapidez. Todo normal por ahí. El seguro social japonés es centralizado en el financiamiento —los aportes son mensuales—, pero la provisión de servicios es descentralizada y puede ser pública o privada. El paciente, según la complejidad del procedimiento, elige lo que más le conviene con base en la información disponible. Todos contribuyen al sistema, pero cada quien decide cómo atenderse. Si la complejidad es alta, el paciente es derivado al sistema público.
Esto sería impensable en el caso peruano, donde los aportes a EsSalud —lo que queda del Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS)— no son transferibles. Ese modelo genera un monopolio sin incentivos reales para mejorar la atención ni la calidad de las prestaciones, aunque muchos trabajadores de EsSalud merecen el mayor de nuestros respetos.
EsSalud debe fortalecerse, pero también es necesario promover la competencia donde sea viable y garantizar la libertad del paciente para elegir, siguiendo un criterio de subsidiariedad: que lo público se enfoque en aquello que el sector privado no tiene por qué asumir, según lo que manda la Constitución. Las colas interminables de EsSalud sugieren que, más bien, el sistema no se da abasto, y que, conforme al criterio de subsidiariedad, alguien más debería hacerlo o algo más debe hacerse para reducir esas colas sin sentido. En Japón, medicamentos que en Perú son muy costosos están subsidiados hasta en un 70 %. Al no cubrir el 100 % del costo, el sistema mantiene la responsabilidad individual, pero, en caso de enfermedad, brinda una cobertura generosa. No se trata de privatizar totalmente la salud, ni de estatizarla por completo. La subsidiariedad debe ser el principio rector. El paciente elige si quiere arriesgarse o no por un genérico para ahorrar dinero. Esa libertad no existe, o no la he visto, en EsSalud.
Cabe recordar que EsSalud es una persona jurídica incluida en la lista del Perú Top 20,000. Es decir, es una de las entidades con mayores ingresos del Perú. Debería ser un ejemplo, pero muchas veces solo deja frustración, a pesar del esfuerzo y vocación de muchos profesionales que realmente dan lo mejor de sí.
Quizá el Perú podría aprender algunas lecciones del sistema japonés. Aunque el modelo de salud en Japón también enfrenta desafíos —como la falta de homogeneidad entre clínicas, la ausencia de una historia clínica unificada, el exceso de papeleo y los múltiples formularios—, estos aún son una carga tanto para médicos como para pacientes. Sería deseable contar con una historia clínica centralizada y digital, accesible desde cualquier clínica o centro de salud, siempre con el consentimiento del paciente. Esta podría ser, precisamente, una función clave de la Seguridad Social: garantizar continuidad, eficiencia y acceso seguro a la información médica.
Volviendo a mi caso: ahora puedo respirar con libertad otra vez. Respirar es un derecho humano, como lo son el acceso al agua, la comida, la vivienda y el vestido. En esta era industrial, las personas alérgicas y sensibles son quienes más sufren, y más aún si viven en situación de pobreza. Protegerse de los alérgenos cuesta dinero. Una persona pobre y sensible es mucho más vulnerable que otra con los mismos problemas, pero con recursos. Necesitamos solidaridad con quienes viven con estas condiciones, y un sistema de salud único, fuerte y eficiente que priorice el bienestar de todos.
Impulsar industrias más limpias es clave para generar mayor equidad y proteger a los más vulnerables. También es una forma de actuar con responsabilidad frente a la naturaleza.
Solo cuando perdemos el privilegio de respirar comprendemos el verdadero valor del aire… y, quizás, el de la vida misma.
Lectura recomendada: de Diego Damiá, A. (2010). Óxido nítrico en el asma: ¿Para qué sirve? Archivos de Bronconeumología, 46(4), 194–198. https://doi.org/10.1016/j.arbres.2009.12.010
ChatGPT fue usado para la revisión del español y una mayor reflexión sobre la prueba FeNO. El autor escribe como paciente, no como médico.